Fueron años de sumisión grulla, en los que a pesar de creernos libres debíamos pagar tributo a los amos del nuevo Mordor, dos ojos en llamas que conformaban una única entidad de mil formas llamadas y con innumerables CIF´s dados de alta.
Años de llevar con nosotros una leve infección provocada por malas praxis, turbias operaciones y cosas que nunca se dijeron a pesar de lo necesario de decirlas.
PUMBA!! el nexo que unía la pequeña comunidad del anillo de cuero negro desapareció, se esfumó hacia tierras baldías. Algunos quedamos, durante meses tratando de limpiarnos de encima el salpicón de perro grullo que aun nos ataba a Mordor.
En mi caso, no quedaba más remedio, había que sacar la espada de una vez por todas y soltarlo todo de golpe, estallar de una vez y a tomar por culo la bicicleta, esperando un resultado de muerte y destrucción, pero que al menos me otorgara libertad y descanso eterno.
SORPRESA!! Contra todo pronóstico, los oscuros Grullos se repliegan, agachan las orejas, piden nuevas negociaciones, con buenas palabras, buenas intenciones, sonrisas pacificadoras. Un pacto difícil de rechazar.
Pero no nos engañemos, el reverso tenebroso puede tener muchas caras, y tarde o temprano volverán las malas praxis y mi merced andará de nuevo sumisa, sumida y quien sabe si de nuevo sumergida. Y sin embargo, son tiempos difíciles, sería estúpido al rechazar una oportunidad cuando tantos otros ni siquiera la tienen.
Menudo dilema el de un servidor.... ¿Dónde se hacen los cursos de la Junta para controlador aéreo?