viernes, 15 de octubre de 2010

LA GLORIA

Os cuento.
En estos momentos estoy en un lugar recóndito. Sin cobertura, pero con buen jamón, un barril de cerveza y buena compañía. Qué más se puede pedir??

Hoy os voy a revelar uno de mis grandes secretos. La receta:
SALCHICHAS FRESCAS AL PEDRO JUAN XIMÉNEZ.

Muy importante, antes de empezar, tener a mano un chato de cerveza o vino, al gusto, y una tapita de jamón y queso lo suficientemente cerca como para poder olerlo.

Igual de importante es contar con un buen pinche de cocina que pele y pique la cebolla, porque para llorar siempre hay tiempo.

Picamos, o pican una cebolla grande o dos pequeñas, como el chato, al gusto.
Pinchamos las salchichas y las ponemos en la sartén con un poco de aceite, como tres o cuatro cucharadas. Cuando empiecen a coger colorcito, añadimos la cebolla que ha picado nuestro pinche o nuestra picha, digo pincha.

A fuego lento dejamos que la cebolla dore, pero sin quemarse.

Cuando todo tenga el color que todos deseamos cuando llegamos a la playa y que nunca cogemos, abrimos una botella de Pedro Juán Ximénez. Digo que la abrimos, porque de una vez para otra es una pena que se quede el vino en la botella.

Añadimos el Pedro Juán lentamente y de manera uniforme por la sartén hasta que las salchichas queden cubiertas por este regalo de las uvas.

De nuevo a fuego lento, dejamos tranquilamente que empiece a hervir hasta que el vino reduzca y quede el preparado caramelizado.

Al final añadimos sal, probamos, probamos, probamos y nos quedamos sin salchichas.

Buen provecho.

Hiru-

2 comentarios:

  1. Os aseguro que estas salchichas, queridos DIARIANTES que no hayáis tenido la oportunidad de probarlas, son las más adictivas que he saboreado. Y, amigo Vicente, si sumamos a esta receta una buena compañía (ver anexo "10 reales") saben a auténtica gloria, gloria bendita.

    Me ha encantado este guiño culinario en nuestro blog. A ver si Don Javier hace lo mismo con sus costillas a la miel ;-)

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  2. Ya sabéis que las costillas,
    no son patrimonio mío,
    que al igual que las salchichas
    son de todos mis amigos.

    Ahí queda eso...

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