jueves, 19 de agosto de 2010

¿DISTANCIA?

Lunes 16 de agosto de 2010. Cinco y media de la tarde. Centro Comercial "La Plaza" de Ayamonte.
Calle de los caldos extraídos de la uva en el Mercadona del Centro Comercial, alcanzando una botella de Diamante, alguien me toca la espalda, al tiempo que escucho "Qué hace usted aquí, D. Vicente de los Ríos...".
La inmediata de mi cuerpo ante semejante cóctel de sensaciones, fue girarse. Al levantar la vista con el entrecejo fruncido mientras pensaba "quién carajo me conoce a mí aquí", me encuentro con él. Jesús. Buena gente y buen hombre. Una hormiguita trabajadora con un montón de sueños en la cabeza, que estoy convencido que más temprano que tarde será capaz de llevar a cabo.
Jesús es una de esas personas que conoces y no olvidas aunque pasen meses y años hasta que vuelvas a encontrártelas, por su buen y bien hacer, por su nobleza, inocencia, constancia y sacrificio. Fue compañero de largas, aunque amenas tardes de sábados durante el período comprendido entre octubre de 2008 y mayo de 2009.
Tras un rato de conversación poniéndonos al día de nuestras respectivas vidas, nos alejamos, deseándonos lo mejor para el futuro, y como no, dándome recuerdos para ese gran maestro al que admira, Agustín.
Tras cuatro horas de coche, que son una hartá de metros y no te digo ná, si de pasos hablamos, queda demostrado que allá donde vayas, siempre encontrarás alguien conocido, y casi siempre, y en este caso sí que lo ha sido, te alegrarás de haberlo visto.
Llegó el fin del plazo bueno, compañeros.
Saludos Diariantes.

Hiru-

1 comentario:

  1. Joe, el gran Jesús. Ya veo que tanto tú como él no estabais en mal sitio. Es cierto que es una persona que cuesta olvidar. Espero que le vaya bien, que intente retomar sus sueños, porque seguro que los acaba consiguiendo, y que el arduo trabajo de pegar vinilos en los coches no se le atragante demasiado.

    Se acabó lo bueno, Don Vicente. Ahora, viene lo mejor. Suerte y ánimo.

    Bye.

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