miércoles, 25 de agosto de 2010

Fiebre

La ola de calor que abrasa algunas provincias españolas ha tenido efectos inmediatos en mi Pedrito. El tío lleva tres días con 39 en la cuna, de fiebre, y amenaza con quemar el piso. El otro día, al dejarlo en la maquita para que viese sus dibujos matinales, hizo arder la tela de la misma y cayó al suelo como si desde un anfiteatro se tratase. No contento con esta hazaña, derritió las baldosas de gres y apareció en el salón de la vecina del primero para, poco después, tras derretir también sus porcelánico, precipitarse sobre un coche aparcado en la cochera de Carrasco. 

Visto el incidente, inmediatamente después nos acercamos al hospital para exponerle a personal  especializado las circunstancias térmicas que acompañaban a nuestro querido hijo en las últimas horas. Lo primero que hicieron fue colocar un extintor en la cama de "boxes" donde nos aislaron, llamaron a un camión extragrande del parque de bomberos de la Avenida de San Sebastián que, junto con un avión del INFOCA cargado con agua del Pantano de Baños, esperaban para sofocar cualquier conato de incendio. Un médico, con barba, una enfermera rubia de grandes tetas y un celador cojo aparecieron semidesnudos, con toalla a la cintura y se colaron en nuestro "box" en conversación muy animada. Pedro acababa de convertirlo en una sauna. A los pocos minutos el médico de barba y la enfermera rubia murieron deshidratados. El cojo pudo salir por su propio pie.

Tras los respectivos pésames, Lucía y yo decidimos abandonar el hospital para dirigirnos a un lugar más seguro: alquilamos un cortijo abandonado en Tabernas (Almería) para evitar cualquier catástrofe personal y ambiental fruto del generoso número de grados de nuestro retoño. Pero antes de llegar nos paramos en un Mercadona donde decidimos comprar algo de comer y .... al pasar por la sección de barbacoa el calor de Pedro prendió el estante de pastillas de encender y tuvimos que abandonar Almería por la Alpujarra, escondiéndonos como los moriscos en su día y sentando a Pedro en cada nevero que encontrábamos al paso para sofocar su ansia calorífica.

Finalmente, los medios de comunicación se hicieron eco de tal fenómeno y hemos recibido múltiples ofertas de SOLAR, BRAUN, LG, ... que quieren convertir a Pedro en bomba de calor, tostador, calefactor o barbacoa portátil. Estamos pensándonos qué opción será la más conveniente.

Por lo pronto, ahora mismo, lo tengo viendo sus dibujos en la maquita, remendada con hormigón, y con una bombona de 150 litros de APIRETAL a su diestra.

Los virus, DIARIANTES, los virus.

Salud amigos.

1 comentario:

  1. No sé si reirme o preocuparme. A estas alturas imagino que puedo ya reirme sin problema por que el virus habrá perdido la batalla y Pedrete será más fuerte, cual Son Goku tras cada combate.
    Un abrazo, familia!!

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