miércoles, 8 de septiembre de 2010

DURO...PERO REAL


Éste es mi homenaje a un hecho acontecido en la guerra de Gaza del año pasado. La verdad del asunto es que una familia perdió su vida y sólo sobrevivió su hijo pequeño de 13 años. Yo le di cuerpo y lo mandé a los mEdios de comunicación para honrarles. Pero Antes de empezar éste es mi mensaje para hoy: “Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él, pues únicamente una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar”. (Paulo Coelho)


-Shalom, mi nombre es Amir, Amir Ratzky.
-Hola Amir, que se te ofrece?.
-Vengo a pagar mi parte.
-Perdona chico, pero aquí no se cobra a nadie, este es un centro de
donaciones.
-Pues eso, vengo a cumplir con mi parte, vengo a donar todo lo que tengo,
dono mi sonrisa.
-¿El qué?, tu sonrisa?, (…el empleado comenzó a reír e intentó explicarle
al chico algo cuando éste lo interrumpió…)
-No Amir, eso no tiene valor, al menos no aquí, aquí nos dedicamos a
recoger comida y mantas para las zonas de Sderot y Netivot por la guerra
con Gaza, porque verás…y de repente, el chico miró detenidamente al
empleado y le interrumpió diciendo: Yo creo que sí, tengo 13 años, y he
recorrido un largo camino para llegar hasta aquí …y comenzó a narrarle su
historia:

-Un Buen día como hoy pero de hace 13 años, exactamente el 10 de Enero de 1996 una mujer llamada Milka Goldman y hombre llamado Shlomo Ratzky dieron a luz a un niño llamado Amir. De mi mama os puedo contar que fue la mujer más maravillosa y valiente que jamás se ha conocido, el mismo día que yo estaba naciendo, una grave afección obligó a los médicos a decidir entre su vida y la mía, ella no dudó ni un solo instante, y gracias a ella yo hoy estoy aquí, ella llevó al máximo exponente la máxima de amar a tu prójimo como a ti mismo, pues ella me amo mas a mi que a ella misma. Es la prueba de fe mas grande que jamás se haya visto.

Mi papá me crió solo, me llevó a una yeshivá cerca de casa y procuró enseñarme los valores judíos antes que nada. Fue muy duro sabe, no me refiero el hecho obvio de crecer sin una mamá, sino al hecho de enfrentarse al reto de superarla, esa fue la meta que me marqué a penas
tuve conocimiento de lo ocurrido.

-(El empleado estaba atónito por lo que estaba escuchando y llamó a su superior para que escuchara la historia también).

Conforme crecía, me enfrenté a numerosos obstáculos con mi papá, obstáculos que ni se imagina, el hecho de enfrentarse a los problemas cotidianos ha sido duro, ya me entiende, planchar, hacer la comida y esas cosas que normalmente hacen las mamás, el hecho de no ver mucho a mi papá
por trabajo, pero sobre todos ellos déjenme que les cuente el peor de todos ellos, el mas duro sin duda fue ver como nuestros vecinos de Gush katiff abandonaban sus hogares forzados por un acuerdo de paz, que según me decía papá ni era un acuerdo ni habría paz, hoy veo que no se
equivocaba.


No crea que ver con 9 años aquellas imágenes de vecinos perdiendo sus casas, sus cultivos, sus trabajos y sus raíces no fue duro, pero aún más duro es ver en qué se ha convertido hoy Gush Katiff. Mi papá siempre decía, tranquilo hijo esa sigue siendo la tierra de Israel, solo hemos
hecho un mal trato, porque como vas a negociar la tierra del dueño con otra persona que no es el dueño, tarde o temprano su dueño se dará cuenta y la reclamará como suya, aunque para ello tenga que recurrir a la justicia. Yo por entonces no lo entendía, pero hoy se a que se refería.
Negociar con las tierras de D-os con otras personas que no son D-os invalida el trato.

Mi papá era un hombre muy sabio y reconocido por toda nuestra comunidad, era una de esas personas que jamás se enfadaba, ni siquiera cuando hacía alguna travesura, ni siquiera cuando venía con la ropa manchada de jugar, o con las rodillas ensangrentadas de corretear y caerme, ni siquiera cuando lo de Gush Katiff, lloró mucho, más que nunca, pero no se alteró ni
su furor aumentó ni un ápice, sólo dijo, la Justicia es de D-os. Pero años mas tarde, concretamente a finales del año pasado y los 10 días que llevamos de este, comenzó la guerra contra Hamas, la guerra contra Gaza. La sinrazón se había cebado con los palestinos de Gaza y éstos nos devolvieron el trato de Gush Katiff con miles de cohetes tipo kassam que
la verdad, no se muy bien como funcionan, pero si se que causan el terror allá donde impactan.

Hasta ahora, nunca había visto sus efectos devastadores, porque mi papá procuraba mantenerme alejado de esto, y hasta hace unos días lo había conseguido, pero ya se sabe, esto es muy complicado cuando se vive donde se vive.

-(Que ocurrió hace unos días chico?, dijeron los empleados. )

Pues hace unos días, un kassam impactó en mi casa de madrugada, aún dormíamos cuando sonó la sirena y apenas 15 segundos no dan para mucho, mi papá se levantó corriendo y se dirigió a mi habitación, pero para entonces y aunque la distancia entre su habitación y la mía no es mucha, ya se habían consumido 10 segundos, intentamos bajar al bunker pero no nos daba tiempo por lo que mi padre se agachó por detrás del muro de mi habitación y se puso encima de mí para protegerme, de pronto pareció como si las sirenas de alerta se callasen y todo estuviese en silencio, fue entonces cuando escuché lo siguiente: “solo prométeme que tu sonrisa será tu mejor
aval”. Y acto seguido un gran estruendo sonó y todo saltó por los aires.

Cuando recobré el conocimiento en el hospital estaba acompañado por mis tíos que habían venido a cuidarme desde Haifa, yo pregunté por mi papá y fue cuando me contaron lo ocurrido, el kassam golpeó de lleno nuestra casita situada en el corazón de Sderot, entró por el salón e impactó cerca de mi habitación, destruyendo todo a su paso, a mi papá se lo encontraron
ya muerto y cuando lo levantaron debajo aparecí yo, inconsciente y con heridas pero vivo. Al igual que mi mamá, mi papá llevó a su máximo exponente el mandamiento de amar a los demás por encima de uno mismo, dio su vida por mí.

Y hoy por esta razón me encuentro aquí, mis tíos no querían traerme pero es el mejor sitio donde puedo ir para cumplir los deseos de mi padre, vengo a servir a los demás, tal como el me enseñó, con la mejor de mis sonrisas como aval y a pesar de mi tristeza hoy se que yo no he perdido a
mis papás, he ganado a mis héroes, y si antes era difícil superar el reto que mi mamá me dejó, hoy he de esforzarme el doble para superar el reto que mi papá también dejó.
(Ambos hombres de la oficina se secaron las lágrimas y me abrazaron durante varios minutos, solo soltaron cuando dije ay! Por el dolor que me hicieron sus abrazos en mi cuerpo aun no recuperado del todo por lo ocurrido).

Ahora la guerra de Gaza está a punto de finalizar, según dicen por un trato que harán las Naciones Unidas con nosotros y los palestinos, pero yo, como entonces, digo lo que mi papá me enseñó, ese trato para mí no es válido, pues solo D-os puede hacer tratos en esta tierra.

1 comentario:

  1. Como digo en el resumen semanal, soy un analfabeto del conflicto palestino (incluso puede que esta expresión no sea correcta). Pero aún así, y sin ser un erudito en el tema, me parece una barbaridad lo que allí pasa.

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