lunes, 20 de septiembre de 2010

Viaje a EGIPTO - Capitulo 3: El turista

Bien, para finalizar mis relatos sobre el viaje que hicimos y dejar de parecerme al Tío Mad de los Fraggle Rock (puede que sea un cansino con el puñetero viaje, pero es que tiene chicha), voy a contaros algunos de los momentos más lamentables y de mayor verguenza ajena que mis ojos han visto. Éramos un grupo de españoles de diversas regiones como Sevilla, Asturias, Cataluña, Valencia, Madrid... y todos veníamos más o menos advertidos de cómo eran por allí las cosas.

Momento 1, el fondo de propinas: segun tengo entendido, a todos nos avisaron de que el tema de las propinas es algo asumido, casi obligatorio, debido al bajísimo sueldo que cobran todos los trabajadores. El primer día, cuando nos montamos en el barco en el que debíamos permanecer 4 días, el guía propuso que se pusiera un fondo de 25 euros para las propinas de 4 días de manera que no tuviéramos que preocuparnos más. A nosotros nos pareció bien, una cantidad razonable y despreocupación de llevar monedas siempre en lo alto. Ceños fruncidos en la mayoría, nadie se queja, todos pagan. Pero 8 días después, alguien dice que va a reclamar, que en su contrato de viaje no pone nada de 25 euros, que es una estafa, y todos a pedir hojas de reclamaciones y a tachar al guía de ladrón. ¿Por qué lo dicen ahora? Nosotros no compartimos su opinión. Que reclamen, en su derecho están.

Momento 2, despreciando las comidas: si pagas un viaje superbarato, y te ponen un Bufé durante 4 días, no esperes platos exóticos, exquisitos y variados. Espera más bien sencillos arroces, pastas, carnes cocinadas de forma difrente y sopas y algunas ensaladas con verduras nuevas. No pongas cara de arcada 3 veces al día ni desgastes la palabra "cutre" o la palabra "asco". Esa actitud en un grupo es muy peligrosa, pues contagia rápidamente a gente de personalidad escasa. Y si días después tu guía se esfuerza en llevarte un mediodía a un sitio muy famoso donde los musulmanes por la noche se inflan a comer después de su día de Ramaduno, haz un esfuerzo y por lo menos prueba la comida, muestra educación y respeto. Nosotros la probamos y nos inflamos a comer. El resto aplicó su contagiada cara de asco y se esperó hasta llegar al hotel a las 5 de la tarde para comerse una pizza.

Momento 3, a mi no me la pegas: si es cierto que con los vendedores ambulantes y algunas tiendas de "suvenirs" para turistas el regateo es la norma, no puedes pretender que lo sea en todas partes. Si asomamos el hocico en una tienda de comestibles de barrio, en la que en ese momento hay un niño de 8 o 9 años, y te dice que 2 botellas grandes de agua fría valen 1 euro, por más que le exijas que te las de más baratas por que a un vendedor se las compraste en la calle por la mitad, el niñó no puede. Una vez comprada el agua regresamos al autobús, e imaginad mi cara cuando escucho a un niñato diciendo "pues yo me he pirao y no se las he pagado, que vaya a engañar a su puta madre". En un pais de pobreza insultante, donde un euro les da de comer un día entero, le robas agua a un niño, para que además su padre le meta dos hostias cuando se de cuenta. Un aplauso, por favor.

Momento 4, pa chulo mi pirulo: una señora se pide un zumo, el camarero le sirve algo que no parece ser lo que quería, pero aun así se lo bebe. Al pedir la cuenta, escándalo montado. Se niega en rotundo a pagar el zumo por que no es lo que quería, se siente estafada y va a reclamar al hotel por el mal servicio del camarero. El pobre hombre, argumentando que si se había equivocado, lo normal es advertirle, en vez de bebérselo y luego negarse a pagar. La señora erre que erre, que no la engaña ni su padre, que son unos cara duras, etc. Imaginen al hombre, trabajando a 40 grados sin comer ni beber en todo el día, con la cabeza como los bombos, aguantando semejante chusma y temiendo que lo echen a la calle, por que el cliente siempre tiene la razón, como decimos aquí.

Hay otros momentos menores, como comentarios recurrentes con la palabra "moromierda" incluida, y más desgaste de las palabras "cutre" y "asco", pero creo que sus mercedes se hacen cargo del comportamiento que pretendo criticar. Nosotros hemos procurado mantener nuestro buen ánimo y la ilusión del viaje al margen de complejos de gente amargada, pero a veces se hizo muy difícil.

Gracias por su atención.

5 comentarios:

  1. Me encanta Egipto aunque no he estado oficialmente. No merece la pena ponerse al nivel cultural de semejantes compañeros de viaje, insultos de ese tipo muy pero que muy ofensivos son típicos en los incultos, que deben recurrir a eso para justificar lo incultos que son.

    Yo estoy muy acostumbrado a eso, cada vez que viajo a Israel imagínate...jejeje. No hagas caso y quedate con lo positivo del viaje, Gizet, el cairo, los mercados, la comida, la cultura, la experiencia...

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  2. hay gente pa tó Martinelli, indeseables los hay en todas partes. pero hay que quedarse siempre con lo bueno.

    Gran tercera parte de tu viaje, si señor.

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  3. Me parece que la gente con la que te ha tocado compartir ese peazo viaje, es gente que:
    1.- No le dejaría un céntimo de propina ni a su padre mendigando en la puerta de Simago.
    2.- El menú en su casa podría ser perfectamente "mierda empanada" de primero y "encebollada" de segundo. Son los peores.
    3.- Va al Corte Inglés para ser vistos por la calle por sus conocidos con las bolsas blancas con triangulitos verdes que le ha dado una cajera con menos gracia que un enterraor, tras pagar un 50% más por la barra de pan con la que comerán, cenarán y desayunarán al día siguiente; y si sobra, pa migas.
    4.- Tras tomarse una copa de Dyc en un pub de mala muerte y dejar el culo, le dice al camarero que no se la había tomado y que se la ha quitado antes de tiempo.
    Como dice El de cana y espada, hay gente pa tó, pero si la gente pa tó es así, yo prefiero ser gente pa ná.
    Salud.

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  4. Olé, Don Vicente, este final es de comparsa de las buenas:
    "Zi la gente pa tó es azí, yo prefiero ser gente pa ná" gesticulando, desarmándose por los hombros y el cuello, dando chuletones al aire para acabar rendidos y manteniendo la postura hasta que el público aplaude. Olé.

    Martinelli, una gran tercera parte. No nos aburres con tu viaje a Egipto, al contrario, nos estás llevando allí. Por otra parte, almendrones de esos hay en todos sitios, como bien te decían los DIARIANTES que comentan, pero cuando tienes que compartir con ellos tantos días y en actitud más cercana de lo que preferirías, se convierte en un gran problema.

    Salud amigos.

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  5. En esta como en otras ocasiones terminaba pensando: "Seré yo el raro...".
    El fin de semana que viene me iré a Puente Hierro o a Japipola del Caudillo, y os prepararé otra serie de fascículos cual Labordeta, que por cierto, en paz descanse.

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