lunes, 13 de septiembre de 2010

SUEÑO

Boca arriba, con los ojos como platos. Las tres y cinco de la madrugada. Siento un nerviosismo, que me hace darme la vuelta hacia la derecha. Abro los ojos. Mi mujer durmiendo a pierna suelta. Al fondo diviso la cuna de Alba. El ruido del aire acondicionado me hace recordar que mañana sin falta tengo que llamar a la empresa de mantenimiento de la climatización.
Pongo el pie en el suelo, no recuerdo si el derecho o el izquierdo. Apunto en la agenda esa nota. Vuelvo a la cama, más vueltas a un lado y al otro. Las cuatro y treinta y siete de la madrugada. Cierro los ojos, y mi cabeza sigue funcionando. Recuerdo que en el disco duro del ordenador tengo guardada una copia del Libro de Profesorado del sistema de calidad del centro. Tengo que retocar algunos registros. No puedo dormir. Voy a aprovechar.
Vuelvo a poner un pie en el suelo, sigo sin recordar cual. Voy al despacho. El portátil está encendido. Qué suerte, así tardaré menos. Me sumerjo por el laberinto de carpetas del disco duro externo. No encuentro lo que busco. Me voy a la herramienta de buscar del ordenador. Se abre una ventana... al fin aparece... Libro del Profesor.
Hay varios archivos. Vaya, ahora tendré que ver cuál es el que necesito.
Abro varios de ellos hasta que doy con lo que iba buscando. Modifico. No me gusta. Añado. Imprimo.
Me acuesto. Son las siete y seis minutos.
Abro los ojos... suena el despertador... son las siete cuarenta y cinco.

Hiru-

4 comentarios:

  1. Espero que esta no sea la dinámica de todo el curso escolar, por que solo leerte me han salido un poco de ojeras, macho. Si es por alguna de esas "audotoridas sexuales", espero que haya ido bien todo.
    Apetecán.

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  2. Una mala noche la tiene cualquiera.

    Hay que hacer mas el amor zagales, eso relaja

    Salud

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  3. Siempre has sido soñador despierto, Don Vicente. Los inicios, al igual que los finales de curso, acumulan las responsabilidades. En mitad del curso se duerme más tranquilo, de lo contrario se acaba reventando.
    Lo del amor es buen consejo, pero ante la inconsistente práctica a la que solemos acostumbrarnos, te recomiendo poner Canal Sur a las 12 y escuchar al YUYU en el pelotazo. Ya he despertao dos veces al niño de las risas.

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  4. Cómo se os llena la boca de la palabra amor, gañanes. Vosotros sabréis. A quien corresponda y aún esté a tiempo, como dijo un sabio en una conversación malhumorada respecto al acto en cuestión "...follas menos que un casao".
    Tomo nota de lo de la radio, pero te voy a decir una cosa pequeñito. Dices que con las risas despiertas a Pedro. Si yo con las risas despierto a mi parienta de un largo, reparador y placentero sueño, todas y cada una de las piezas dentarias de mi boca corren peligro de saltar cuales palomitas de maiz.
    Salud.

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