miércoles, 22 de septiembre de 2010

HISTORIAS DE LA PUTA MILI


Dedicatoria: a mi amigo Mazacote, estéd donde esté .

Creo, amigos que soy el único diariante que ha sido “soldadito del ejercito español” y bueno, quiero recordar un poco el periplo de mi vida en la que decidí erróneamente entrar en aquella institución llamada SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO yque tuve la desgracia de padecer.
Como toda experiencia vital, y desde la lejanía por los años transcurridos me quedo con lo bueno, que aunque es muy poco, nunca olvidaré.
Corría el año 1996 y aunque ya se vislumbraba el final de la "MILI", mi hermano y yo con nuestras carreras recién terminadas y mas perdidos que el barco del arroz, cometimos un grave error y nos alistamos en el ejercito.
La mili se dividía en dos partes, la instrucción que duraba dos meses y el destino que duraba siete meses; de este último prefiero no acordarme porque pensar en ese destino que fue en Madrid, me produce un hondo penar y cabreo ( es un trauma que no superare nunca).
Sin embargo, de la instrucción tengo hasta buenos recuerdos ya que tanto el Nino como yo ( en adelante, nosotros) nos tomamos ese tiempo como una acampada de verano en la que éramos como niños chicos jugando a ser soldados.
El cuartel estaba la serranía de Cáceres, alentador para nosotros que nos encanta el campo y respecto a la ciudad, solo tengo que decir que era y es de una belleza única.
Dicen que a la hora de nacer y con la muerte, todos somos iguales, pero yo añadiría una tercera, cuando llegamos a un cuartel 2000 almas, cada uno de su padre y de su madre, al raparles la cabeza al cero y ponerles un mono verde; también todos somos iguales pero para el hijo de puta del niñato de 20 años, con un galón de cabo chusquero que esta deseando putear a “ los rasos”.
Un día en el cuartel era como estar en un internado, con sus clases teóricas, practicas , horas de descanso etc, aunque con unas sutiles diferencias de la que destaco a lo mandos inmediatamente superiores a nosotros, humildes soldados rasos, esos eran los cabos y cabos primeros que no eran mas que zagales de 20 años que crecidos por llevar un galón en su chaqueta ( seguramente el único momento des sus vidas en las que podrían sentir superiores) se inflaban a dar ordenes, insultando a todos los que allí estábamos) .
Pero para nosotros con 24 y 26 años respectivamente, hacer imaginarias, limpiar retretes, aprender a desfilar y otras cosas nos daban risa y pena al mismo tiempo. Nunca se me olvidara la famosa clase teórica de la parábola que hace un proyectil al ser disparado por un fusil M 16 americano y como el sargentillo que nos lo explicaba hacia con los labios el ruido del tiro: “TTTTUMMCHHHH” . Y tampoco se me olvidaran las famosas pastillas del Aguila de dos cabezas pintadas que era el remedio para cualquier dolencia fuese la que fuese: Una vez me quede sordo en unas practicas de tiro y el ATS del botiquín metio la mano en una caja de cartón y me dio un puñao de pastillas de esas, diciéndome, esto vale pa tó, esta comprobado; conclusión: seguí sordo dos meses mas.
Hubo una noche memorable de uno de los siete dias que estuvimos en la sierra de maniobras, pintados y mimetizados como Rambo, aprendiendo a guiarnos por las estrellas, a distinguir al enemigo y no se cuantas gilipolleces mas, en la que nos ordenaron hacer una patrulla nocturna y capturar al enemigo sin ruido.

Un sargento dijo, quien sabe imitar al buo, quien sabe trepar a las encinas, quien sabe imitar al tejon, etc y un puñado de voluntarios saltaron a la palestra. Jamás me he reido mas con aquel juego ( serio). Formamos en patrullas de a cinco; la nuestra con mi hermano al acabeza como jefe de patrulla. Imaginad, andando por la sierra sin mas luz que la de la luna llena y cual pasaje del terror de feria, pero de risa, íbamos encontrándonos a los pobrecicos voluntarios haciendo el subnormal encima de los arboles o escondidos entre penumbra de matorrales de lestiscos serranos haciendo el jabali o la vibora. De repente escuchamos alaridos y pensamos, joder allí hay un gachón imitando a uno que se muere, a ver si va a ser una trampa para una emboscada. Nino, tras dar el alto se adelantó conmigo a ver de que se trataba y cual fue nuestra sorpresa cuando obserbamos atonitos como un enemigo se habia despeñado terraplen abajo, y por dios que no fingia sino que era de verdad. Pero lo mejor fue cuando al disponernos a bajar, todo a oscuras ,mi hermano le piso la cabeza a otro que se habia cubierto de hojas y matojos ( llenos de garrapatas) y le fracturó la nariz. Dios mío, fue apoteosico y lo mas cerca que estuvimos de la guerra.
Finalmente la historia acabo con dos heridos en el centro medico del cuartel y mi patrulla con el Nino a la cabeza arrestados hasta el día siguiente en que el capitán de la compañía nos dejo ir.

En fin historias de la Puta Mili, que quedan para el recuerdo de los que, como nosotros, la padecimos.


Salud .

5 comentarios:

  1. jajja...como me he reido con la historia de nino el rompenapias....jejejeje...muy buena y divertida la historia...jajajaja

    Por cierto, la foto....buenisima!

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  2. Yo casi me he reido más con la foto... jajaja.
    Lo que son las cosas. Cuando acabé octavo de EGB, tomé la decisión de ingresar en la Marina. No quería seguir estudiando, pero mis padres con su talante, con su verbo fluido, conciliador y tolerante, me dijeron: Tú eres tonto!!
    Al final seguí estudiando y acabé haciendo la Prestación Social Sustitutoria, tras seis o siete prórrogas pedidas, en el ROM DESQUINO RATI ROMANI.
    Mu wapo Rocha.

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  3. Jejejejejejejejejejejejejejejejejejejeje.
    Y mira que he escuchao la historia veces, pero la foto le ha otorgao un puntillo al relato que he acabao imaginándomelo mejor que nunca.
    Un gran trabajo compadre, un gran trabajo. Se nota que has disfrutao escribiéndolo. Sabed, que yo más con su lectura.

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  4. Piensa que, cual Son Goku tras una de sus batallas, ahora eres más fuerte.
    Se te ha olvidado contar el ejercicio de la MILI que te enseñó a berrear como un ciervo en celo. Y eso lo he visto en directo.

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  5. Con relatos como el tuyo me siento mucho más seguro. Sé que hay miles de ciudadanos anónimos que, como tú, en caso de conflicto, os echaríais al monte a defendernos emitiendo sonidos que acongojarían al más curtido de los marines.

    Dónde vamos a comparar vuestro valor con el trabajo de otros miles que hicieron la prestación social en bibliotecas, borrando con tippex las pollas dibujadas en los márgenes de los libros??

    ayyysssss, si es que faltan hombres de verdad...

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