24 de Septiembre
De vuelta, 19:30 horas y el sol escondiéndose juguetón entre las cumbres de Sierra Nevada. La presa de Rules, ávida del cauce del Guadalfeo, preside un escenario dominado por las sombras y el contraluz. Cádiar, a la espalda, se muestra paciente a la espera de la caída de la tarde. Ahogo un sollozo interno de expectativas, de esperanza, de recuerdos, de ilusiones, de anhelos de altas cumbres y miradores desde el cielo. Por el retrovisor dejo campos de vid, olivo y almendro. Pedro sonríe. Lucía calla. Aún saliendo, ya lo echo de menos.
27 de Septiembre
De vuelta, 14:00 horas y el sol en lo más alto del cielo de Cazorla. La carretera serpentea entre la multitud de olivos. La linea continua se hace discontinua, la luz, sombra y el cansancio torna en alegría. El tractor acumula decenas de coches tras su lenta marcha, cansina y monótona. Úbeda se dibuja señorial sobre un lienzo de Sierra Mágina, voluptuosa e imponente. La comida sabe a gloria. El sofá me atrapa entre sus viciosas formas y Morfeo se encarga del resto. Pedro duerme. Lucía sonríe. Ya no te echo de menos.
Estoy de vuelta.
Salud amigos.
BARUJ ABA...BIENVENIDO!!
ResponderEliminarSolo un palabra mientras intento cerrar mi boca ante semejante escrito: SUBLIME
¿¿Pero donde cuernos te vas ahora??
ResponderEliminarPor la lentilla de Sauron, cuéntame qué ha pasado.
Gracias Sir Erik.
ResponderEliminarMartinelli, he conseguido un destino más cercano. He vuelto de la Alpujarra. Ahora voy y vengo diariamente a Cazorla. Estoy de vuelta.
Bienvenido compadre
ResponderEliminarGracias compadre.
ResponderEliminarSólo puedo decirte una cosa:
ResponderEliminarQué alegría compadre, qué alegría.
Gracias Don Vicente, estoy seguro de que te alegras de corazón. Yo también estoy muy contento de poder estar por aquí cerquita pa lo que sea.
ResponderEliminarMuchos compartimos esa alegría, Pequeñito. Bienvenido a casa.
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